El informe Chilcot, oficialmente, Iraq Inquiry, fue una comisión de investigación independiente sobre la participación del Reino Unido en la guerra en Irak en 2003. La comisión fue creada en junio[1] de 2009[2] por el entonces primer ministro británico Gordon Brown.[3] Su nombre coloquial recuerda al presidente de la comisión investigadora, sir John Chilcot.
La investigación fue recomendada por el Consejo Privado del Reino Unido, con amplios términos de referencia, para recabar antecedentes respecto al involucramiento británico en Irak entre mediados de 2001 y julio de 2009. Cubrió los preparativos del conflicto, la acción militar subsecuente, y sus resultados, a fin de establecer cómo se tomaron las decisiones, determinar qué ocurrió e identificar lecciones para asegurar que, en una situación similar en el futuro, el gobierno del Reino Unido esté mejor equipado para responder del modo más efectivo posible en pos de los intereses del país.[4] Las sesiones abiertas de la comisión comenzaron el 24 de noviembre de 2009 y concluyeron el 2 de febrero de 2011.
El 6 de julio de 2016, Chilcot anunció la publicación del informe con los resultados de la investigación, tras más de siete años desde su instalación.[5][6]- Usualmente conocido como el informe Chilcot por los medios de comunicación,[7] el documento afirmó que Saddam Hussein no suponía una amenaza urgente a los intereses británicos, que la inteligencia respecto a las armas de destrucción masiva fue presentada con demasiada certidumbre, de que no se habían agotado las alternativas pacíficas a la guerra, que el Reino Unido y Estados Unidos habían socavado la autoridad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que el proceso para la identificación de la base jurídica estaba "lejos de ser satisfactorio", y que la guerra en marzo de 2003 fue innecesaria.[8]
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